jueves, 21 de febrero de 2013

Mi autor pleno de esperanza finita, indulta mi tiempo,

De cada palabra, de cada linea que desparramamos en tinta sobre un lienzo, de cada letra, puede nacer un verso, una carta o un poema.

Es una pena, pero ayer, no llego a mañana.

-!Pero ayer no era hoy¡-Gritaba desesperadamente, mientras le arrancaban de su casa, de su tierra, le arrebataban toda su vida. Engañad@s

Epero que la demora, no se convierta en derrota, que me llegue un rumbo, un tiempo de estos. Quizá no hoy, quizá mañana.

Sigo sin preguntas para mañana, sigo sin respuestas para hoy, no se por que sigo, pero aqui estoy, con la lección olvidada desde ayer.

En la feria de los versos ganaba siempre la nieve, aunque en una ocasión hace mucho tiempo, el premio se lo llevo la descripción de una gota

Simetría en las palabras, corrección en los conceptos, almas sin orejas, encarceladas, sin reflexión ni destino. Solas entre tantos.

Estoy maldito y lo bendigo, antes me dejaba llevar por el destino, sin saber que el amor era mi poco tiempo.

Dos manos son diez dedos, una sola todo un poema, dos ojos una lectura, y una voz, el eco de un alma en letras.

Sin complejos, decidámonos, preguntas o respuestas, no hay tiempo para las dos. Ni ayer, ni hoy, ni mañana.

Jugar con la voz de las letras," desarrollado", "arrollado sin des", jugar con el mundo, en palabras.

Vendía de feria en feria, el caldero de oro del final del arco iris. No consiguió comprador, nunca.

Me debo a mi público, se le oyó susurrar, antes de dictar sentencia.

No puedo soportar la mirada de abandono, que siempre me dedica mi pluma.

Hablemos de la luna, vamos a dedicarle el tiempo suficiente, como para que nos mire.

Mi verano no acabaría nunca y la primavera se apodero de mi, creí entender el otoño, y odio lo que me queda de invierno. Estoy aquí otro año

Que es la emoción sin unas letras, que son unas letras sin su emoción.

Soy tan pequeño, que todo el mundo piensa que esta viendo otra cosa. No me ve.

Estoy vivo, otro año, deseando enfrentarme a mi invierno.

Quien sabe cuando acaba su año, acaba su día, entrada la noche, entre sueños.

Vuela pluma, escapa de tu encierro, si no eres mía, se libre.

Los dioses no existen, solo de la imperfección nacen las letras, del miedo a al olvido, les dejamos que hablen por boca de mujeres y hombres

No son tiempos de dejar nada atrás, no son tiempos de esperar al futuro siempre mañana, no son tiempos de desistir de buscar nuestro mundo.

Es hora de rebelarse contra los tiempos que nos robamos, todos los que no nos han dejado ser, por estar.

Me faltan pecados capitales, estoy seguro que he cometido más de siete, llevo un vida hablando con dios para cometer el octavo, algún un día

Jesucristo intento expulsar a los mercaderes del templo. Ahora Los Dioses cotizan en bolsa. Le compraron el látigo por más de trece monedas.

Que es un poeta, sino un trovador sin público, sin nadie que le cante.

Desde una esquina, llegue a una feria y en mi puesto de venta de letras, cambio poemas por sonrisas, escuchando a los grandes trovadores.

Seis pasos le separaban de su cielo después de sangrar toda una vida, seis pasos por un recuerdo eterno y no quiso darlos. En dos, descansó.

Te veo cada vez más cerca, cuando te quiero más lejos. Vendrás a por mi, noto tu aliento hace años, pero ya somos amigos. Te llamo yo.

Soy zurdiestro, ni mujer ni hombre, soy dos o tres letras, o un desparrame de ellas, soy lo que nadie sabe que soy, un personaje perdido.

Me tiembla tanto la mano cuando empuño la pluma, que dejo que me aseguren el trazo, mis mejores personajes. [Dios] Y así estamos el resto.

La voz, siempre falta voz a los versos, una sala llena, unos oídos prestos, pero la voz siempre falla, esa voz que necesitan para ser ellos.

Miraba de soslayo el último crepúsculo, te esperaré le decía, refugiado en la idea de la vida.

Vivimos pensando que alguien resolverá nuestra eternidad, en una lotería absurda, olvidamos todo lo que aprendemos, por un recuerdo.

Son ya horas de dejar descansar al sueño, de esperarlo otro mañana, horas que como todas, han escapado a milímetros de tiempo. Horas muertas

Cuando deje de escribir, solo para mi, estaré muerto.

Cuando solo se puede vender tiempo, regalar espacio y vivir momentos, alguien te acompaña.

Mueren los versos presos de palabras que no se entienden, refugiados en letras desde hace tiempo, deciden dejan luchar, solos, dejan de ser.

Si pudiese oir mi voz cuando te hablo, entonaría mis letras de otra manera. Si la oyese cuando te pego dejaría de hacerlo. Leamos juntos.

Hay cuatro tipos de escritores: De fin de semana, de horario de oficina, de "a todas horas" y los que robamos horas. ¿Tu que escritor eres?

Busquemos la voz de nuestros versos, robándonos todos los tiempos. Busquémonos para poder regalarnos.

Debemos robarle tiempo al tiempo, Nos roba la vida, día a día, y aún así, debe ser nuestro amigo. Nos debemos parte de nuestro tiempo.

Los sueños, siempre son los sueños los que nos confunden, nunca nos los escribimos para recordarlos y si lo hacemos, no los recitamos.

Cuando un sueño te apresa, aprende de él lo suficiente, como para que te deje descansar, de vez en cuando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario